Un Ministerio de Danza: "La Gloria de Dios"
El ministerio de danza es un ministerio al igual que otro, santo y puro. Es necesario que haya una relación personal con Dios, compromiso, disciplina, humildad, respecto, sumisión y unidad y así formar parte del cuerpo de Cristo. Hay que llevar una vida en oración y adoración para que cada decisión a tomarse en otro este bajo la dirección y voluntad de Dios.
Este es el mandato de Dios para todos sus ministerios, restaurar la tierra, esto implica el volver a establecer el reino de Dios y su autoridad absoluta y suprema como lo era en el principio sobre toda la creación.
Como Ministros de Dios debemos saber que tenemos dos compromisos importantes en el arte de la Danza y son: la preparación espiritual y, la segunda la preparación física del Danzor, porque, no es sólo conocer técnicas de Danza y movimientos. El entrenamiento del danzor debe ser integral, como integral es la persona.
Preparación Espiritual
* Pleno conocimiento de la Palabra de Dios. (Josué 1,8)
* Ser un Intercesor. (2 Crónicas 30,27)
* Ser autoridad y estar sujeto a la Autoridad. (Lucas 7,8)
* Vivir una vida de Oración, entregarnos por completo espíritu, alma y cuerpo para Dios buscándolo y agradeciéndole, poniendo la mirada en nuestro creador siendo humilde,
y usar el talento para edificar, ministrar y ganar almas.
Preparación Física
* Es esencial, entrenarnos físicamente, para poder tener habilidad y destreza en los movimientos y pasos.
* Práctica y esfuerzo, gracia, desenvolvimiento, pedirle a Dios que nos ayude a adquirir agilidad.
* Necesitamos intensidad y entendimiento.
* Debemos preparar nuestro cuerpo, hacer ejercicios diarios.
* Buena alimentación, para mantenernos saludables; recordando que: Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
Todo esto lo hemos ejercido desde nuestra cotidianidad, que se ha visto enriquecida por el don de su Espíritu. Ante cada compromiso, nos esforzamos por cumplir con
nuestro ser de consagradas, siendo fiel en lo pequeño y en lo grande.